Siempre hemos buscado la manera para estar saludables, pero lamentablemente nuestro día a día nos ha hecho creer en la hipótesis de que no tenemos tiempo para cuidarnos, no tenemos tiempo para comer sano, no tenemos tiempo de hacer ejercicio y todo atribuido a la lata de tiempo.
Pero cuando hablamos de comer sano, es cuando más crítica se pone la situación, ya que por la necesidad de aprovechar el tiempo en el día, solemos comer cualquier cosa en la calle o prepararnos cualquier comida que no podamos ingerir rápidamente.
Aunque no lo notemos estos malos hábitos alimenticios están causan estrago en nuestro organismo y es que la alimentación es la base fundamental de un cuerpo sano y mente sana.
Una prueba del daño que está causando la mala alimentación en nuestro cuerpo es el estar la mayoría del tiempo con pesadez y fatiga y por lo tanto no rendimos lo suficiente en nuestro trabajo o actividades cotidianas.
La dieta alcalina busca regular y estabilizar en nuestro cuerpo el pH o niveles de acidez, que es uno de los mayores causantes de deterioro, enfermedades degenerativas del organismo y vejez prematura. Es decir entre mayor acidez tengas en tu cuerpo se traduciría en un estado negativo.
Este tipo de alimentación presta mucha atención en los alimentos que ingerimos, pero no esencialmente para determinar si un alimento nos hace subir o bajar de peso, sino que busca terminar el daño que causa en nuestro organismo y en qué proporción aumente nuestro pH o acidez.
Los niveles de acidez en nuestro cuerpo se encuentran establecidos en niveles, los cuales se miden en una escala de 0 a 14; donde de 0 a 7 se considera una cuerpo acido y de 7 a 14 un cuerpo alcalino.
El método de alimentación alcalino busca sustituir o disminuir a su mínima expresión los alimentos ácidos (carnes rojas, de cerdo, aves de corral, entre otros) y propone una alimentación alcalina (frutas y verduras).
Al poco tiempo de haber iniciado esta dieta alcalina, el cuerpo comenzara un proceso de desintoxicación, estas toxinas son desechadas por la orina, lo que se traduce en un organismo mas fuerte y saludable, donde se minimiza posibles infecciones en los riñones, una diminución paulatina del peso e incremento de energía.
Es recomendable iniciar la dieta alcalina poco a poco e ir desincorporando los alimentos ácidos paulatinamente ya que si eliminamos todos los alineo ácidos tan bracamente, genera en la mayoría de los casos dificultad para continuar con la dieta.
A continuación te voy a nombrar algunos alimentos según su composición, que debes tener en cuenta para iniciar tu dieta alcalina.
- Muy Ácidos: Alcohol, mostaza, Kétchup, Mayonesa, salsas, Huevos, Queso de vaca, sal reinada, Colorantes, edulcorantes, harina, pollo, carnes rojas, pescados, mariscos, chocolates, te negro e infusiones, entre otros.
- Ácidos: Avena, Zumos de fruta, plátano, manzana, mora, uva, naranja, melocotón, mango, arroz integral, pan de centeno, melón, avellanas, sandias, cereza, ciruelas, pasas, aceite de girasol, entre otros.
- Pocos alcalinos: Guisantes, Alcachofa, Jengibre, Berro, Zanahoria, Pimiento de padrón, Cebollinos, Espárragos, Nabo, Calabacín, Aceite de oliva, Lentejas, entre otros.
- Alcalinos: Apio, Ajo, Pepino, Aguacate, Remolacha, Sal marina (pH 8,5), Pimienta, Berenjena, Judías verdes, Cebolla, Tomate, Espelta, entre otros.
- Muy Alcalinos: Limón, Pomelo, Espinacas, Agua alcalina (pH 9,5), Agua de mar, Perejil, Cebolla, Almendras, Repollo rizado, Stevia, entre otros.